Tal vez por sus numerosas singularidades, incluida su hermosura, este ave oriunda de América ocupa un rol esencial en la cosmogonía prehispánica; simbolo de inmortalidad, felicidad, sabiduria…

Además, en las antiguas culturas mesoamericanas, desde los mayas hasta los aztecas, valoraban mucho las plumas de pájaros de colores brillantes. En este sentido, el colibrí, una de las pocas aves con plumaje colorido y metálico, era particularmente apreciada.

Para muestra de su importancia, en este caso entre los aztecas, basta recordar que fue el colibrí quien los condujo hasta la mitica Aztlán, la actual CDMX.
Esta preciosa ave, que en náhuatl es nombrada como huitzilin, es considerada como el nagual de la guerra. Entre los mayas también ocupaba un lugar privilegiado, fungiendo como una suerte de mensajero entre los dioses y los humanos. En ambos casos, el colibrí era admirado por su vitalidad y belleza.

El colibrí en mito azteca

El dios de la guerra de los aztecas, Huitzilopochtli, está inmerso en una poderosa significación desde la presencia de los colibríes. La leyenda cuenta que estaba Coatlicue, diosa de la fertilidad también conocida como «la de la falda de serpientes», barriendo el templo de Coatepec (montaña de serpiente) cuando encontró unas hermosas plumas de colibrí que resguardó en su seno, y con ello quedó embarazada.

Ese bebé en su vientre era Huitzilopochtli, el dios de la guerra, y aunque su otra hija, Coyolxauhqui, planeaba la muerte de su madre por una presunta deshonra al desconocerse el padre, el bebé hablaba a su madre desde su vientre para apaciguarla, advirtiendo que él mismo la defendería.

Eventualmente Huitzilopochtli nació y llegó a este mundo equipado con una armadura, un escudo de águila, una sandalia de plumas de colibrí en el pie izquierdo y una xiuhcoatl (serpiente de fuego). Con ella cortó la cabeza de su hermana y venció a sus 400 hermanos. Luego lanzó al aire la cabeza de la Coyolxauhqui, que se convirtió en la luna; en una hermosa metáfora sobre el renacimiento y muerte de la luna cada mes.

El mito maya

Cuando los dioses crearon todas las cosas, notaron que aún faltaba un encargado de llevar sus deseos y pensamientos al mundo. Tomaron una flecha muy pequeña, soplaron sobre ella, y entonces voló; luego cobró vida y se convirtió en x ts’unu’um (colibrí). Para los mayas los colibríes llevaban los buenos pensamientos de otros hombres. Así, si alguien te desea un bien, el colibrí tomará ese deseo y lo llevará hacia ti.

El colibrí también hace grandes migraciones por el continente americano y un lugar privilegiado para verlos es México. Yucatán es un lugar único para el avistamiento de aves. Los colibris podremos verlos por toda la peninsula pero hay sitios concretos que es mas facil de verlos, como en la isla  Holbox  donde no puedes perderte es la danza del Colibrí Esmeralda, un espectáculo de movimientos rápidos y precisos que hipnotiza a quienes lo presencian. Este diminuto pájaro es símbolo de energía y vitalidad en la cultura local.

Tierras Mayas apoya la conservación, la creación y el cuidado de áreas protegidas para conservación de las aves de todo México. ¡Atento! Déjate llevar por el sonido de su aleteo… seguro que en una escapada a la selva maya encuentras un huitzilin.  

En los viajes por Mexico diferentes del circuito por México de la Gran Ruta mas Riviera Maya  y en la Expedición del Yucatán  , nos adentraremos por estas tierras ricas  de exuberante naturaleza y antiguas tradiciones de la mano de nuestros guías locales Mexicanos.
Estas experiencias de viaje a México organizado en grupos reducidos son ideales para los que quieren combinar cultura, naturaleza y playas.